Es inevitable que, al pensar en una primera vivienda, siempre surja la misma duda: ¿es mejor comprar o preferiblemente convendría decantarse por el alquiler? Si por varios motivos acabas optando por adquirir el inmueble, no te lances a la piscina todavía. Antes de hacerlo, aplica los consejos que leerás a continuación para que la decisión que tomes sea cien por cien acertada.
Ten claro cuál es tu presupuesto
Vivir por encima de las posibilidades de cada uno es un error que muchas personas pagaron caro en la época en la que se concedían hipotecas prácticamente sin pestañear. No cometas tú también este fallo. Evítalo simplemente estableciendo un presupuesto y no saliéndote de él bajo ningún concepto.
Para determinar la cifra, es importante que tengas en cuenta una serie de gastos derivados de comprar una primera vivienda. Los intereses de la hipoteca son los más influyentes, profundizando más adelante en este aspecto. A la lista hay que sumar el IVA y otros impuestos que encarecerán la compra.
Por suerte, las páginas web de las inmobiliarias suelen contar con filtros que te permiten definir un importe máximo a pagar. El número que introduzcas ha de ser inferior respecto a la cifra que puedes gastarte. Si es justo tu presupuesto, cuando sumes el IVA, los intereses y otros sobrecostes, te pasarás mucho del presupuesto que te habías fijado, lo cual podría traducirse en muchas complicaciones en lo que respecta a tu economía doméstica. Hablando claro: lo tendrías realmente difícil para llegar a final de mes.
Hipoteca fija o variable
Lo primero que has de saber es que no existe una respuesta única, ya que depende del contexto económico actual. Por ejemplo, en 2020 era muy buena idea optar por una hipoteca fija a pesar de que el Euribor iba bajando. El tiempo acabó dándoles la razón a quienes se decantaron por esta opción. Y es que en 2022 y 2023 sucedió todo lo contrario: este valor subió de manera muy notable, encareciendo las hipotecas variables, mientras que las fijas seguían con unos intereses bastante bajos.
Supón que, a pesar de estar el Euribor por las nubes, tienes que hacer una hipoteca con una entidad bancaria porque necesitas una primera vivienda. ¿Significa esto que sí o sí has de contratar la de tipo variable para esperar a que baje dicho valor y lo hagan también los intereses? No tiene por qué.
Como hemos dicho antes, el estado de la economía inclina la balanza a favor de la hipoteca fija o variable, pero no es lo único. También lo hace la filosofía de cada uno. Por ejemplo, ¿eres de esas personas que prefieren pagar siempre lo mismo? Entonces no lo dudes: aunque por culpa del Euribor sean altos los intereses, lo ideal para ti es una hipoteca fija. Así, durante veinte o treinta años, sabrás de antemano qué cuantía deberás abonar cada mes.
Por el contrario, decantándote por una variable puede ser que los intereses bajen y también lo haga la cuota mensual. Pero, ¿y si sucede justo lo contrario? Que se lo digan a quienes hicieron hipotecas variables en 2020 y 2021: ahora pagan muchísimo más y algunos de estos propietarios tienen serias dificultades para cuadrar los números.
Sea cual sea tu decisión, hay una regla que no conviene obviar: la de un porcentaje que se sitúa en un total de 35 puntos, aunque no es necesario que sea exacto. Supongamos que entre tú y tu pareja cobráis 2800€. Como máximo, una tercera parte de ese sueldo que entra mensualmente -o el 35% como acabamos de decir- es lo que debería destinarse a la hipoteca. En el ejemplo que estamos describiendo, serían 924€ en total. Si la hipoteca supera esta cifra, convendrá aumentar el número de años para reducir el importe, situándose por debajo de esos 924€ y evitando así que tengáis problemas con la economía doméstica.
Piso o casa
Es innegable que comprar tu primera vivienda dará pie a que te surjan infinidad de dudas, más allá del tipo de hipoteca. Otra de las que suelen tener muchas personas se resume en elegir entre un piso o una casa. ¿Tú tampoco sabes qué alternativa elegir? Entonces valora los siguientes aspectos.
En primer lugar, has de saber que una casa suele estar más alejada del centro. Esto tiene pros y contras, así que vamos a empezar por lo negativo: el coche lo tendrás que utilizar prácticamente para todo, ya que probablemente ni siquiera el transporte público conecte bien la vivienda en cuestión.
Si estás dispuesto a lidiar con este contratiempo, prácticamente todo lo demás son ventajas, sobre todo lo referente a la tranquilidad. Los típicos ruidos de los vecinos pasarán a ser historia. Además, podrás hacer lo que quieras en la vivienda sin entrar en conflictos con otras personas con las que compartes el edificio. ¿Quieres hacer una reforma? Pide los permisos oportunos al ayuntamiento pero olvídate de las quejas y malas caras de los vecinos.
Por supuesto, también hay que valorar la opción de hacerse con un piso. Es la alternativa por la que optan la mayoría de personas, en gran medida por el factor económico. Exceptuando algunas casas que están por reformar integralmente, los pisos acostumbran a ser más asequibles.
A su vez, vivir en un piso es bastante más cómodo y práctico porque lo tienes todo a mano: comercios, farmacias, centros sanitarios y un largo etcétera. Si quieres podrás coger el coche, pero andando o en transporte público llegarás a cualquier parte de manera sencilla, económica y sostenible.
Valora no solo tu situación actual, sino también el futuro
Ahora que hemos hablado de casas y pisos, hay que decir que es más fácil dar con una casa muy espaciosa que un piso con la misma característica. Sin embargo, tu situación en la actualidad tal vez dé pie a que tengas suficiente con un piso cuya cifra de metros cuadrados sea reducida. Pero, ¿y si el escenario cambia radicalmente en los próximos años?
Este tipo de cambios son los que se traducen en que algunas personas opten por el alquiler ante la incertidumbre de cara al futuro. Aun así, la compra también es una buena idea, siempre y cuando tengas en cuenta cuáles son tus intenciones. ¿Pretendes tener un hijo dentro de unos años? Entonces necesitarás como mínimo una habitación más de la que requieres en este preciso instante.
Sin embargo, quizá tengas claro que la unidad familiar no se incrementará, más allá de tal vez hacerte con una mascota comprándola o adoptándola. Si no tienes pareja o simplemente no vas a querer traer a una nueva vida a este mundo, compra una vivienda que, como mucho, tenga una habitación más de las necesarias para dormir -para utilizarla por ejemplo de despacho o vestidor-. Si te pasas con la cifra, no solo pagarás de más innecesariamente, sino que también tardarás mucho tiempo en realizar las labores domésticas: barrer, fregar, quitar el polvo, etcétera.
Deposita tu confianza en una inmobiliaria pero ten en cuenta las comisiones
Cuando tengas claro que será un piso o una casa, llegará el momento de dar comienzo a la búsqueda del inmueble. Será entonces cuando tal vez te abrume la enorme cantidad de alternativas. Para evitar pasar por este embrollo, una buena idea consiste en confiar en una agencia inmobiliaria.
Basta con dar tus datos, indicar cuáles son tus preferencias y el presupuesto para que la inmobiliaria, en muy poco tiempo, te proporcione una lista no demasiado extensa de opciones que serán idóneas para ti.
Eso sí, ten en cuenta que la inmobiliaria se llevará una comisión si la transacción termina efectuándose. Generalmente es el vendedor quien se hace cargo de ella, pero esto deriva en que el precio sea algo más caro. Todo lo contrario sucede con aquellas inmobiliarias cuyas comisiones son bastante bajas.
Haciendo uso de nuestro directorio, lo tendrás fácil para dar con una inmobiliaria en cualquier provincia de España que no solo cobre unas comisiones más que razonables, sino que también tenga otras características muy positivas: amplia experiencia, trato profesional y personalizado, etcétera.
Activa todos los filtros que consideres oportunos
Si prefieres hacer la búsqueda por tus propios medios sin recurrir de forma directa a una inmobiliaria, estás de enhorabuena. Y es que hoy en día es mucho más fácil que antaño sobre todo gracias a los filtros.
Las páginas web especializadas permiten activar una inmensa cantidad de filtros. El objetivo es claro: mostrar solo aquellos resultados que realmente sean del interés de cada futuro propietario.
Uno de los más influyentes es el orden. Suele optarse por ordenar los inmuebles por precio, pero te sugerimos hacerlo por la fecha de publicación del anuncio. En ocasiones, surgen opciones muy interesantes porque el actual propietario se ve obligado a vender pronto la casa o el piso, sea cual sea el motivo que le lleve a hacerlo. Por ejemplo, algunas personas de avanzada edad venden sus casas apartadas del centro para mudarse a un piso cuanto antes con tal de tener un acceso rápido y cómodo a los centros sanitarios, sin depender del coche. Es entonces cuando puedes aprovecharlo para hacerte con su casa por menos dinero del que cabría esperar.
Eso sí, tú no serás el único que se dé cuenta del ‘chollo’. El que lo vea primero y consiga la hipoteca, se llevará el ‘caramelito inmobiliario’. Solo puedes dar con estas oportunidades si ordenas los anuncios por fecha de publicación. También te recomendamos activar las notificaciones de la app, así como suscribirte al boletín de las inmobiliarias o webs especializadas. De esta manera, serás de los primeros en enterarte de los nuevos anuncios.
Más allá del filtro que hemos mencionado en el anterior párrafo, hay muchos otros que no debes obviar: superficie, número de habitaciones, baños, estado del inmueble e incluso ciertas características en concreto como la disposición de jardín, terraza, piscina y trastero.
Visita la vivienda y haz todas las preguntas que quieras
Innegablemente, los avances tecnológicos que se han producido en el sector son muy beneficiosos para los compradores, tal como demuestran las visitas virtuales en 3D y 360 grados. Sin embargo, no te dejes llevar por las sensaciones que obtengas con esta experiencia virtual. Conviene ir más allá y visitar la casa o el piso antes de tomar una decisión.
De hecho, lo que te recomendamos es que aproveches la visita para hacer todas las preguntas que estimes oportunas. Incluso aquellas cuya respuesta consideres obvias, han de ser planteadas al propietario o a la agencia inmobiliaria que esté actuando como intermediaria.
¿No sabes qué preguntas hacer? En tal caso, te recomendamos sacar el tema de los vecinos: ¿cuántos hay y qué comportamiento tienen? Si alguna respuesta no te convence, puedes aprovecharla para plantear una pequeña rebaja. Eso sí, no esperes que un piso de 160.000 euros pase a costar 110.000.
Haz acto de presencia en los alrededores de la vivienda varias veces antes de comprarla
Si has aplicado los consejos que hemos dado hasta ahora, lo más probable es que ya tengas un piso o una casa entre ceja y ceja. Estás casi decidido, ¿verdad? Entonces solo queda un último paso que no muchas personas hacen a pesar de la importancia que adquiere. Nos referimos a presenciarte no en la vivienda en sí, sino más bien en los alrededores.
El objetivo de esta acción se resume básicamente en asegurarte de que los vecinos son tranquilos y que la zona en general es adecuada para ti. Si aparcas cerca, no tendrás que estar de pie muchas horas y podrás observar con claridad estos detalles.
¿En el bloque entran personas que no te dan muy buena espina? ¿El barrio te transmite la sensación de ser poco seguro? De este tipo de cosas no puedes darte cuenta visitando el inmueble, sino estando en las proximidades unas cuantas horas divididas entre un par o tres de días.
Tras asegurarte de que los vecinos no son conflictivos, la zona es segura y poco ruidosa, sabrás que darás en el clavo eligiendo ese inmueble que se convertirá en tu primera vivienda.